martes, 28 de mayo de 2013

La empresa red y el devenir de la innovación en las organizaciones

Releyendo a Manuel Castells en el capítulo 3 del libro de La sociedad red: La empresa red: cultura, instituciones y organizaciones de la economía informacional. 

Lo que nos plantea el autor parte del alcance global de la economía informacional y su incorporación en contextos culturales/nacionales extremos: desde Estados Unidos, Rusia o China, y como en su dinámica se desarrolla una nueva lógica organizativa que se apalanca, aunque no de forma dependiente, en los nuevos estándares tecnológicos: la empresa red.  
En una lógica organizacional, la empresa red sería la forma específica de empresa cuyas unidades se componen de sistemas de medios (autónomos) que son el instrumento necesario para llegar al fin del conglomerado empresarial, jerárquicamente organizado por las élites de una empresa matriz que signó el capitalismo industrial y los albores multinacionales de la posmodernidad.
Castells, en un principio nos habla de la lógica organizativa que impera en la cultura informacional de esta nueva economía; para la cual es necesario contar con organizaciones y con una serie de instituciones que legitiman en nuevo paradigma. Como organizaciones entendemos una serie de sistemas concretos de recursos orientados a la realización de metas específicas; y las instituciones serían las estructuras que cuentan con la autoridad necesaria para llevar a cabo unas tareas específicas en nombre de la sociedad.
Castells argumenta que el cambio organizativo hacia la empresa red se gesta en la década de 1980 como resultado de una reestructuración económica, tras la segunda crisis del capitalismo industrial que llevó a la fase informacionalista de la sociedad y a sus nuevas organizaciones. En su proceso interactúan varios factores
·         Una gran división tanto en la organización de la producción como en los mercados.
·         Cambios encaminados a una difusión de la tecnología de la información.
·         Estos cambios persiguen una meta orientada a una adaptación de las transformaciones que se están produciendo en la economía, de carácter institucionales y tecnológicos.
·         Muchos de los cambios organizativos van destinados a redefinir procesos de contratación y trabajo: maximización en la automatización de puestos de trabajo.
·         Una gestión del conocimiento y del procesamiento de la información, como vías imprescindibles para las organizaciones que funcionan dentro de una economía informacional global.
Dentro de las tendencias organizativas que se observan, encontramos que:
1. En el mercado, las empresas pasan  de la producción en serie a la producción flexible. Con el cambio tecnológico y la demanda que se vuelve impredecible, el sistema de producción vertical queda obsoleto y resulta costoso, las fuerzas de adaptación a la nueva economía imponen un sistema de producción flexible, donde la producción se acomoda a las variaciones del mercado (flexibilidad del producto y del proceso), programando fácilmente las cadenas de producción.
2. Son las pequeñas empresas las que mejor se adaptan a la nueva economía con formas de producción flexibles para la economía informacional, pero se encuentran subcontratadas por las grandes firmas, que según Castells, aunque no se hundan si que entran en crisis ya que no se han adaptado a las nuevas condiciones flexibles de mercado y mantienen una estructura vertical de producción (buscan esa flexibilidad en las que son más pequeñas).
3. Ocurre una revolución en los métodos de gestión: el “toyotismo” sustituye al “fordismo”. Es un nuevo modo de gestionar el proceso labora, donde la producción depende directamente de una red de proveedores independientes de la estructura empresarial, y reina una filosofía basada en el consenso y el trabajo de equipo, donde fluyen las vías de conocimiento que amplían su experiencia.
4. Existen vínculos inter-empresariales, donde se crea una interconexión entre distintas empresas, a través de la subcontratación y franquicias. Se crean redes multidireccionales entre una gran compañía y pequeñas y medianas empresas.
5. Se generan modelos de  alianzas estratégicas: dos o más empresas se unen para depurar una nueva tecnología o lanzar un producto, siempre en busca de la innovación. Pero estas alianzas no acaban con la competencia, una alianza puede tener un fin determinado en un área determinada.
Castells, en un rescate de las investigaciones empíricas como ejemplo a su exposición sobre la empresa red, nos habla de las redes empresariales en el este asiático, que se constituyen en referentes prácticos de organizaciones de la nueva economía informacional:
En Japón, se organiza bajo redes de firmas que se poseen mutuamente y por sectores y se caracteriza por ser una red jerárquica basada en el trabajo en equipo y autónoma; además de mantener variables como el proteccionismo y la flexibilidad.
Mientras en Corea, nos encontramos con una red que es controlada por holdings, individuales o familiares; de las cuales, también es de destacar puntos como el apoyo que reciben del estado, las firmas multisectoriales o la represión sindical.
Por último China, en su análisis cabe destacar el hecho de que se compone de firmas familiares constituyendo una red intersectorial, gran importancia a la familia que se convierte en una familia especializada y la firma en herencia familiar que conlleva a la diversificación y descentralización; y el respaldo de un estado central y un capital financiero.
Estas redes tomando el análisis brevemente expuesto, nos llevan a sacar tres puntos relevantes:
·         son culturas mezcladas entre sí, que mantienen altos valores institucionales
·         a la hora de construir sus mercados se le otorga un papel muy importante al gobierno
·         se afirma ante todo, la identidad y cultura nacional, ello lo llevan a cabo mediante la competencia y la programación
Este análisis de las redes empresariales muestra además, como la producción, instituciones y cultura, dependen de su organización, pero es necesario tener muy en cuenta que esta organización está limitada por las leyes de mercado, como visión económica clásica. Pero en los análisis empíricos, vemos como se comienza a reemplazar por un surgimiento de redes internaciones de firmas como organización básica de la economía global; donde la mayor parte de la actividad económica de las principales industrias se organiza en torno a cinco tipos de redes:
o    Las redes de proveedores: serían en las que se dan acuerdos de subcontratación, manufactura de equipo y diseño original, entre un cliente y aquel que le abastece de medios para su producción.
o    Las redes de productores: en ellas se dan acuerdos de coproducción que ayudan a aunar capacidades de producción, recursos humanos y financieros.
o    Las redes de clientes: vínculos entre fabricantes y distribuidores, los canales de mercado y los usuarios finales.
o    Las coaliciones de normalización: incluirían una serie de normas globales con el fin de atrapar el mayor número posible de firmas en exclusiva para su producto.
o    Las redes de cooperación tecnológica: tramitan la adquisición del diseñó de una producto y su tecnología de producción, esto favorece la producción y el proceso de desarrollo conjunto compartiendo, además el conocimiento científico y el I+D.
Castells, aclara que aunque surjan estas redes, esto no implica una desaparición de la empresa multinacional. En este sentido el autor plantea las redes pueden orbitar alrededor de empresas multinacionales en relaciones de colaboración / cooperación con pequeñas y medianas empresas. También plantea que a medida que evoluciona el proceso de globalización, las formas organizativas evolucionan de las empresas multinacionales a redes internacionales superando a las “transnacionales”.

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