La empresa red y el devenir de la innovación en las organizaciones
Releyendo a Manuel Castells en el capítulo 3 del libro de La sociedad red: La empresa red: cultura, instituciones y organizaciones de la economía informacional.Lo que nos plantea el autor parte del alcance global de la economía informacional y su incorporación en contextos culturales/nacionales extremos: desde Estados Unidos, Rusia o China, y como en su dinámica se desarrolla una nueva lógica organizativa que se apalanca, aunque no de forma dependiente, en los nuevos estándares tecnológicos: la empresa red.
En una lógica organizacional, la empresa red sería la forma específica de empresa cuyas unidades se componen de sistemas de medios (autónomos) que son el instrumento necesario para llegar al fin del conglomerado empresarial, jerárquicamente organizado por las élites de una empresa matriz que signó el capitalismo industrial y los albores multinacionales de la posmodernidad.
Castells,
en un principio nos habla de la lógica organizativa que impera en la cultura informacional
de esta nueva economía; para la cual es necesario contar con organizaciones y
con una serie de instituciones que legitiman en nuevo paradigma. Como
organizaciones entendemos una serie de sistemas concretos de recursos
orientados a la realización de metas específicas; y las instituciones serían
las estructuras que cuentan con la autoridad necesaria para llevar a cabo unas
tareas específicas en nombre de la sociedad.
Castells
argumenta que el cambio organizativo hacia la empresa red se gesta en la década
de 1980 como resultado de una reestructuración económica, tras la segunda
crisis del capitalismo industrial que llevó a la fase informacionalista de la
sociedad y a sus nuevas organizaciones. En su proceso interactúan varios
factores
·
Una gran división tanto en la organización de la producción como en los
mercados.
·
Cambios encaminados a una difusión de la tecnología de la información.
·
Estos cambios persiguen una meta orientada a una adaptación de las
transformaciones que se están produciendo en la economía, de carácter
institucionales y tecnológicos.
·
Muchos de los cambios organizativos van destinados a redefinir procesos
de contratación y trabajo: maximización en la automatización de puestos de
trabajo.
·
Una gestión del conocimiento y del procesamiento de la información, como
vías imprescindibles para las organizaciones que funcionan dentro de una
economía informacional global.
Dentro
de las tendencias organizativas que se observan, encontramos que:
1. En
el mercado, las empresas pasan de la producción en serie a la producción
flexible. Con el cambio tecnológico y la demanda que se vuelve
impredecible, el sistema de producción vertical queda obsoleto y resulta
costoso, las fuerzas de adaptación a la nueva economía imponen un sistema de
producción flexible, donde la producción se acomoda a las variaciones del
mercado (flexibilidad del producto y del proceso), programando fácilmente las
cadenas de producción.
2. Son
las pequeñas empresas las que mejor se adaptan a la nueva economía con formas
de producción flexibles para la economía informacional, pero se encuentran subcontratadas por
las grandes firmas, que según Castells, aunque no se hundan si que entran en
crisis ya que no se han adaptado a las nuevas condiciones flexibles de mercado
y mantienen una estructura vertical de producción (buscan esa flexibilidad en
las que son más pequeñas).
3.
Ocurre una revolución en los métodos de gestión:
el “toyotismo” sustituye al “fordismo”. Es un nuevo modo de gestionar el
proceso labora, donde la producción depende directamente de una red de
proveedores independientes de la estructura empresarial, y reina una filosofía
basada en el consenso y el trabajo de equipo, donde fluyen las vías de
conocimiento que amplían su experiencia.
4. Existen vínculos inter-empresariales, donde se crea una interconexión entre
distintas empresas, a través de la subcontratación y franquicias. Se crean
redes multidireccionales entre una gran compañía y pequeñas y medianas
empresas.
5. Se
generan modelos de alianzas estratégicas: dos o más
empresas se unen para depurar una nueva tecnología o lanzar un producto,
siempre en busca de la innovación. Pero estas alianzas no acaban con la
competencia, una alianza puede tener un fin determinado en un área determinada.
Castells,
en un rescate de las investigaciones empíricas como ejemplo a su exposición
sobre la empresa red, nos habla de las redes empresariales en el este asiático,
que se constituyen en referentes prácticos de organizaciones de la nueva
economía informacional:
En
Japón, se organiza bajo redes de firmas que se poseen mutuamente y por sectores
y se caracteriza por ser una red jerárquica basada en el trabajo en equipo y
autónoma; además de mantener variables como el proteccionismo y la
flexibilidad.
Mientras
en Corea, nos encontramos con una red que es controlada por holdings,
individuales o familiares; de las cuales, también es de destacar puntos como el
apoyo que reciben del estado, las firmas multisectoriales o la represión
sindical.
Por
último China, en su análisis cabe destacar el hecho de que se compone de firmas
familiares constituyendo una red intersectorial, gran importancia a la familia
que se convierte en una familia especializada y la firma en herencia familiar
que conlleva a la diversificación y descentralización; y el respaldo de un
estado central y un capital financiero.
Estas
redes tomando el análisis brevemente expuesto, nos llevan a sacar tres puntos
relevantes:
·
son culturas mezcladas entre sí, que mantienen altos valores
institucionales
·
a la hora de construir sus mercados se le otorga un papel muy importante
al gobierno
·
se afirma ante todo, la identidad y cultura nacional, ello lo llevan a
cabo mediante la competencia y la programación
Este análisis de las redes empresariales muestra además, como la
producción, instituciones y cultura, dependen de su organización, pero es
necesario tener muy en cuenta que esta organización está limitada por las leyes
de mercado, como visión económica clásica. Pero en los análisis empíricos,
vemos como se comienza a reemplazar por un surgimiento de redes internaciones
de firmas como organización básica de la economía global; donde la mayor parte
de la actividad económica de las principales industrias se organiza en torno a
cinco tipos de redes:
o Las redes de proveedores: serían en las que se dan acuerdos de subcontratación, manufactura de
equipo y diseño original, entre un cliente y aquel que le abastece de medios
para su producción.
o Las redes de productores: en ellas se dan acuerdos de coproducción que ayudan a aunar capacidades
de producción, recursos humanos y financieros.
o Las redes de clientes: vínculos entre fabricantes y distribuidores, los canales de mercado y
los usuarios finales.
o Las coaliciones de normalización: incluirían una serie de normas globales con el fin de atrapar el mayor
número posible de firmas en exclusiva para su producto.
o Las redes de cooperación tecnológica: tramitan la adquisición del diseñó de una producto y su tecnología de
producción, esto favorece la producción y el proceso de desarrollo conjunto
compartiendo, además el conocimiento científico y el I+D.
Castells, aclara que aunque surjan estas redes, esto
no implica una desaparición de la empresa multinacional. En este sentido el
autor plantea las redes pueden orbitar alrededor de empresas multinacionales en
relaciones de colaboración / cooperación con pequeñas y medianas empresas. También
plantea que a medida que evoluciona el proceso de globalización, las formas
organizativas evolucionan de las empresas multinacionales a redes
internacionales superando a las “transnacionales”.